Big Sean is back! Después de 3 años y una pérdida de identidad bastante severa, el rapero de Detroit ha vuelto para dejarnos escuchar su quinto álbum de estudio, Detroit 2, y con el cual, concluye el camino que trazó desde 2012 con su cuarto mixtape titulado Detroit, y así, cerrar la secuela que dejó pendiente durante 8 años de su vida. Todo artista llega a un punto en el que no se siente tan motivado para hacer música y se pierde en el limbo de su vida sin dirección alguna; esto fue lo que le sucedió a Big Sean, y como dice al final de su canción FEED; “desconectarse para volver a conectarse” es lo que hizo, ya que muchas cosas fueron las que presenció el rapero estos últimos años, lidiar con la muerte de varios amigos, confrontar el hecho de que cierta gente le diera la espalda y soportar una ansiedad enorme por hacer que su música sonara decente, hizo que el rapero de Detroit cayera emocionalmente. Él tenía que recordar de dónde venía y porque se dedicaba a la música, lo cual se puede apreciar en el tema Lucky Me donde repasa varios acontecimientos trágicos en su vida como el ser diagnosticado con una enfermedad cardíaca a los 19 años, mencionando la “suerte” que tuvo al derrotar cada obstáculo para llegar a donde está hoy.
Con ello en mente, su visión para esta nueva era ha cambiado, sabiendo que él no tiene el control de toda la mala vibra que le llega y le llegará a su vida, es así como en la canción ZTFO dice lo siguiente: “si no tenemos la misma visión, entonces no podremos intercambiar contactos, yo ya no me enojo, yo ya no reacciono, sólo me relajo”; esto demuestra el cambio de vida de Sean y la reflexión que tuvo consigo mismo para plasmarla en este proyecto, y una vez logrado eso, de aquí en adelante no se detendrá; Big Sean se siente imparable como lo menciona en Why Would I Stop?, donde le responde a todo el mundo que la inspiración apenas comienza y no dejará de hacer música. Pero tampoco es un imbécil, y con la ideología de que “El trabajo duro no significa nada si no trabajas de manera inteligente” que menciona en Harder Than My Demons, Sean sabe que el camino a la felicidad no es fácil, es por ello que desde hace un buen tiempo medita los 7 días a la semana, va a terapia, tiene a Dios presente en su vida, así como únicamente a las personas que lo hagan sentir pleno; estar bien consigo mismo y con las personas que él ama, es el propósito de su vida.
Hablando ahora de la producción, Kanye West tenía que estar de una u otra manera, para Sean, él es importante y estar con su mentor le da una gran confianza; y en este proyecto, West estuvo aconsejando a su alumno durante todo el proceso. En este círculo de personas que rodeaban al rapero también estaban algunos productores de cabecera como Hit-Boy o Key Wane, productores que también estuvieron en la primer parte de Detroit y quienes han evolucionado junto con Sean durante todo este tiempo para hacer que los beats de esta segunda parte fueran lo suficientemente maduros, y con la ayuda de ellos y otros productores más, lo consiguieron.
